Cómo evitar la temida declaración de insolvencia

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Lo más habitual es que, cuando un proyecto tiene dificultades, estas sean económicas o financieras. Cuando hablamos sobre problemas financieros, las palabras que empiezan a venir a tu mente son: impagos, embargo, concurso de acreedores, declaración de insolvencia, bancarrota… Dan un poco de miedo, ¿verdad?

Las dificultades son un elemento intrínseco a la actividad empresarial y emprendedora, la dificultad es un aspecto ligado a la vida. Por eso es casi imposible que tu proyecto de emprendimiento sortee los problemas sin que ninguno acabe afectándola. 

Estas son palabras que ciertamente le hacen temblar a uno. Pero cuando un evento de este tipo ocurre, no todo está perdido. Una declaración de insolvencia no supone necesariamente el fin de tu aventura empresarial. No obstante, conviene evitar que ocurra.

Sigue leyendo y averigua cómo hacerlo.

Qué son una declaración de insolvencia y un concurso de acreedores

A primera vista te pueden parecer la misma cosa, pero la declaración de insolvencia y un concurso de acreedores tienen algunas diferencias que conviene señalar antes de que nos metamos en harina.

Para que aprendas a evitar esta desagradable situación conviene que sepas cuáles son estas diferencias. Así vamos a definirlas en primer lugar.

Declaración de insolvencia

Una declaración de insolvencia se da en el momento en el que una empresa o persona declara que no puede hacerse cargo de sus obligaciones económicas con sus deudores.

En palabras de un CFO insolvencia significa que el activo circulante de tu empresa es menor al pasivo exigible. Es decir, que la persona física o jurídica no tiene liquidez suficiente para cumplir con su obligación de pago.

La insolvencia puede ser actual o inminte:

  • La insolvencia actual es la que impide que cumplas con tus acreedores hoy. Cuando esto ocurre, es obligatorio solicitar un concurso de acreedores.

 

  • La insolvencia inminente es la situación previsible de no poder hacer frente a las deudas en un futuro. La insolvencia inmininte no obliga, pero sí habilita la posibilidad de solicitar un concurso de acreedores.

 

Concurso de acreedores

Es una de las consecuencias derivadas de una declaración de insolvencia. Es una actuación judicial basada en la Ley Concursal que se lleva a cabo para abordar los pagos pendientes que tenga una empresa o una persona con sus acreedores.

A través de este procedimiento se analiza financieramente a la empresa para determinar si esta puede acometer los pagos de las cantidades adeudadas mediante la venta de activos o mediante otras vías.

A grandes rasgos, un concurso de acreedores es el método por el que los bienes del deudor son repartidos entre sus acreedores de modo que su deuda acabe por saldada total o parcialmente.

No obstante, siempre se puede llegar a un acuerdo que permita una solución amistosa y menos perjudicial para todas las partes.

¿Cómo evitar la declaración de insolvencia empresarial?

Como podrás imaginar lo principal para evitar la declaración de insolvencia es tener un plan bien definido en el que se contemplen herramientas de medición y monitorización constantes.

Para un proyecto de emprendimiento es tan importante contar con un plan estratégico como controlar el desempeño de la empresa en base a los objetivos y directrices que marca el plan.

Es fundamental tener la capacidad de modificar y adaptar tu plan a las nuevas necesidades y circunstancias que se puedan presentar.

Que cuentes con una opinión y colaboración profesional y experta, además de independiente a los intereses de la empresa es básico.

Aquí te dejamos 7 consejos para evitar la declaración de insolvencia empresarial:

 

 

 

 

 

 

 

  • Realizar un plan de viabilidad cada vez que la empresa necesite un reajuste..

 

 

  • Control estrecho de presupuestos, salarios, activos, pasivos, créditos, previsiones de venta, cantidades de cobro, etc.

 

 

  • Recurrir a ayuda profesional contable, financiera y jurídica en previsión de posibles situaciones de riesgo de solvencia.

 

 

  • Buscar vias de financiación tanto públicas como privadas.

 

Encarar un problema grave como la insolvencia de una empresa nunca debería hacerse en solitario. Es más, antes de que la declaración de insolvencia se materielice o tenga visos de producirse en un futuro.

El apoyo de profesionales financieros no solo evitarán que te veas en problemas, sino que también hará que los cimientos de tu proyecto se fortalezcan y las proyecciones de desarrollo sean mucho más optimistas.

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