Sabemos bien lo complicado que puede llegar a ser obtener financiación para tu emprendimiento. También las ganas que tienes de hacer realidad tus proyectos.
Por eso, hoy te hablamos de uno de los medios más destacados para obtener capital para tu negocio: los préstamos participativos.
Para ello, desglosamos en qué consisten, cuáles son sus ventajas y por qué Enisa puede ser una gran opción para tu empresa.
¿Preparado para dar un giro de 180º a tu startup? ¡Empezamos!
Préstamo participativo: definición
Empecemos por lo básico: qué es un préstamo participativo.
Es un medio de financiación para empresas que combina los fundamentos de la inversión privada con los préstamos de entidades financieras.
Esta modalidad tiene la particularidad de que sus comisiones se calculan según la evolución del negocio. Valorando, entre otros aspectos, el patrimonio, la facturación o el beneficio neto.
Puesto que el objetivo de los préstamos participativos es dar viabilidad a las empresas emergentes, los encargados de ofrecerlos suelen ser entidades públicas.
Sí, como Enisa.
Con esto en mente, veamos cuáles son las características concretas de un préstamo participativo:
- Cantidad económica. La cuantía varía en función de la entidad que otorga el préstamo. Pero, para concretar, en Enisa ofrecen desde 25.000€ hasta 1.500.000€.
- Intereses y comisiones. El interés es variable y depende de la evolución del emprendimiento. Un interés cuyo parámetro se establece antes de la concesión y que se aplica según un máximo y un mínimo. También puede contar con un interés fijo; aunque son inferiores al de otros modelos de financiación. En cuanto a las comisiones, varían según la entidad; siendo generalmente de apertura o de cancelación anticipada.
- Fondos propios. Un préstamo participativo se considera como un fondo propio ante la legislación mercantil. Por lo tanto, el capital concedido pasa a pertenecer a la empresa en cuestión.
- Periodo de amortización. El periodo de amortización de un préstamo participativo es uno de los más amplios en el ámbito financiero. De hecho, puede llegar a alcanzar un total de 10 años.
Como puedes ver, se trata de una de las modalidades más cómodas para el emprendedor. Sobre todo si se trata de una pyme.
Ventajas del préstamo participativo
Ahora que ya conoces la definición de préstamo participativo, pasemos a hablar sobre sus ventajas:
- Libertades y comodidades. Estar siempre pendientes de la devolución del préstamo puede ser estresante. Más todavía ver como los intereses superan nuestra rentabilidad. Bien, con un préstamo participativo esto no ocurre. El tiempo de devolución es amplio y los intereses se van a adaptando a la situación del negocio.
- Accesibilidad en la concesión. Mientras que la financiación privada te obligará a presentar nóminas y avales, en los préstamos participativos todo depende de lo prometedora que sea tu idea. Un recurso clave para las pymes modernas.
- Ventajas fiscales. Sí, quizás tengas que pagar comisiones y seguro que deberás abonar intereses. Sin embargo, son gastos que te puedes deducir en el Impuesto de Sociedades. Por fin verás a Hacienda como una aliada.
- Tranquilidad para el resto de los acreedores. Si tienes otras fuentes de financiación, estos acreedores quedarán tranquilos con la llegada del préstamo participativo. Es un préstamo subordinado, por lo que quedará por detrás de ello en el orden de prioridad de los pagos.
Nada mal, ¿verdad? Pues, sabiendo todo lo que vas a disfrutar con este tipo de préstamos, no dudes en ponerte manos a la obra para solicitarlo.
¿En qué se traducen estas ventajas cuando hablamos de Enisa?
Todo lo que te hemos contado hasta ahora se aplica a cualquier préstamo participativo.
Sin embargo, veamos cómo se aplican estas ventajas cuando hablamos de Enisa. Una de las instituciones públicas por excelencia en nuestro país.
En cuanto a las ventajas fiscales, la reducción impositiva alcanza el 15%. Además, puedes aplazar las deudas tributarias y no tienes por qué hacer los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades.
Por otro lado, Enisa pone el foco en el futuro. De ahí que vea con buenos ojos a las startups que apuestan por la innovación. Si este es tu sector, te será mucho más accesible dicha fuente de financiación.
También se eliminan las tasas registrales y los inversores no residentes no tienen por qué obtener el NIE. Todo ello sumado a que el emprendedor puede trabajar en la Pyme como autónomo sin cotizar durante tres años. Sí: la libertad de la que te hablábamos antes.
Sin duda, una de las entidades más destacadas para obtener un préstamo participativo.
Cómo te podemos ayudar con la obtención de préstamo participativo
Por muy bien que suene todo lo que hemos analizado hasta el momento, hay que reconocer que no es sencillo obtener el préstamo participativo.
No importa a quién se lo estés pidiendo. Se trata de una gestión que, si no se lleva a cabo como toca, se convierte en una auténtica odisea para el emprendedor.
Y ahí es donde entramos nosotros: Lean Finance.
Desde Lean Finance ofrecemos un servicio de solicitud de préstamos participativos. Concretamente, el de ENISA.
Nos avalan los más de 15.000.000€ que hemos conseguido para nuestros clientes a lo largo de nuestro tiempo en activo.
Nada resulta más molesto que volcar las esperanzas en una fuente de financiación y, a la hora de la verdad, toparse con una negativa.
Con nosotros esto no ocurre.
En Lean Finance reunimos toda tu información y abordamos todos los puntos de vista posibles de cara a crear una presentación impecable. Porque la idea no lo es todo. También importa la manera en la que se cuenta.
Hasta el más pequeño de los cabos sin atar puede provocar el naufragio de tu pyme. No corras ese riesgo.
Como especialistas en ENISA, nos encantará tomar las riendas de la financiación de tu negocio.
Así que, si estás pensando en buscar nuevas vías para crecer, hablemos.
Nuestro equipo de especialistas se pondrá a tu entera disposición para comenzar con el proceso de solicitud del préstamo participativo.
