Qué incluir en un reporting financiero para inversores y cómo hacerlo

Reporting financiero para inversores

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Hoy en día, conseguir financiación es el objetivo de un gran número de empresas. Sin embargo, esto implica una serie de obligaciones que es preciso conocer antes de realizar la operación.

Entre ellas, el reporting financiero es una de las más importantes. Se trata de una práctica esencial que beneficia tanto a la empresa como a sus inversores.

De ello podemos decir también que proporciona la base para una relación de confianza, facilita la toma de decisiones informadas, y es crucial para la planificación estratégica y la evaluación del rendimiento.

Además, asegura el cumplimiento de requisitos legales y hace que la empresa sea más atractiva para los inversores potenciales.

Ahora bien, ¿qué deben incluir estos reporting financieros? A continuación, enumeramos los diferentes datos y métricas que no pueden faltar y explicamos cómo llevar a cabo un reporte de estas características.

Qué es un reporting financiero y para qué sirve

Antes de nada, es conviene aclarar que un reporting financiero es un proceso fundamental para cualquier empresa que busca atraer inversores y mantener una gestión transparente y eficaz.

Consiste en la recopilación, análisis y presentación de datos financieros relevantes sobre las operaciones de la empresa.

Y su objetivo principal es proporcionar a los interesados una visión clara y precisa de la salud financiera y el rendimiento de la empresa.

De forma resumida, el reporting financiero sirve para:

  • Evaluar el rendimiento de la empresa.
  • Cumplir con requisitos legales y regulatorios.
  • Facilitar la toma de decisiones estratégicas.
  • Atraer y retener inversores al demostrar transparencia y solidez financiera.

En definitiva, ayuda a los inversores a entender el modelo de negocio, la estrategia de la empresa y cómo estas se traducen en resultados y creación de valor.

Qué datos incluir en un reporting financiero

Ahora bien, para que un reporting financiero sea efectivo, debe incluir una serie de datos y métricas clave que permitan a los inversores evaluar la viabilidad y el potencial de la empresa.

Entre estos datos o métricas destacan:

Estados financieros:

  • Balance general: Presenta la situación financiera de la empresa en un momento determinado, mostrando activos, pasivos y patrimonio neto.
  • Estado de resultados: Muestra los ingresos, gastos y beneficios o pérdidas de la empresa durante un periodo específico.
  • Estado de flujos de efectivo: Detalla las entradas y salidas de efectivo, proporcionando una visión clara del flujo de caja.

Indicadores clave de rendimiento (KPI):

  • EBITDA: Indica la rentabilidad operativa de la empresa.
  • Margen bruto: Muestra el porcentaje de ingresos que excede el costo de los bienes vendidos.
  • Coste de Adquisición de Clientes (CAC): Se trata del costo promedio para adquirir un nuevo cliente.
  • Tiempo para alcanzar la rentabilidad: Se corresponde con el periodo que le toma a la empresa volverse rentable.

Datos de flujo de caja y capital:

  • Flujo de caja operativo: Se refiere al efectivo generado por las operaciones principales de la empresa.
  • Niveles de capital: Hablamos de la cantidad de capital disponible para financiar operaciones y crecimiento.

Proyecciones y planificación financiera:

  • Proyección de ingresos: Son las estimaciones de ingresos futuros basadas en análisis de mercado y estrategias de negocio.
  • Necesidades de capital futuras: Es decir, cuánto capital adicional se necesitará y cuándo.

Otros datos relevantes:

  • Componentes claves de ingresos y gastos: Nos referimos a detalles sobre las principales fuentes de ingresos y los gastos más significativos.
  • Tasa de consumo mensual: O lo que es lo mismo, el ritmo al cual la empresa está utilizando sus recursos financieros.

Antes de continuar, es importante señalar que para asegurar la precisión de los datos, es fundamental implementar controles internos sólidos, realizar auditorías regulares, y utilizar sistemas automatizados que minimicen el riesgo de errores humanos.

Cómo se lleva a cabo un reporting financiero

Llevar a cabo un reporting financiero efectivo implica varios pasos clave, desde la recopilación de datos hasta la presentación final.

Se podría decir que es un proceso de 5 pasos:

  • Recopilación de datos. El primer paso de todos pasa por recopilar los datos más relevantes de la empresa. Para ello, es posible utilizar ERPs o software de gestión de tesorería, estos son útiles para recopilar datos precisos y en tiempo real. Por otro lado, es necesario integrar datos de diferentes departamentos y fuentes externas relevantes.
  • Análisis de datos. A continuación, conviene asegurar que los datos sean precisos y completos. Igualmente es momento de utilizar técnicas de análisis financiero para interpretar los datos y extraer insights relevantes.
  • Elaboración de Informes. Con todo lo anterior, pasamos a presentar los datos de manera que sean fáciles de entender, utilizando gráficos y diagramas cuando sea posible.
  • Presentación y distribución. Con los informes preparados, es momento de compartirlo. Para ello es posible utilizar plataformas digitales. De este modo, los datos llegan a los inversores de manera rápida y segura. Igualmente, estas herramientas pueden ofrecer acceso en tiempo real a los datos para facilitar la toma de decisiones.
  • Revisión y mejora continua. Por último, es preciso recopilar feedback de los usuarios del reporte para identificar áreas de mejora.Y mantener los reportes actualizados con la información más reciente y relevante.

En relación a lo anterior, cabe añadir que el reporting financiero generalmente se realiza de manera trimestral y anual. Sin embargo, en situaciones de alta volatilidad o para empresas en crecimiento rápido, puede ser necesario reportar con mayor frecuencia, como mensualmente.

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Como hemos visto, el reporting financiero es una práctica especialmente útil para justificar ante los inversores la situación de la empresa.

Sin embargo, el proceso para poder llegar a compartir toda la información que estos exigen puede ser complejo, especialmente si el responsable no es experto en la materia.

Por ello, una de las opciones más acertadas puede ser delegar esta tarea, así como todas las relacionadas con el área financiera de tu empresa.

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