Riesgo crediticio. Qué es, cómo se calcula y sus indicadores

lean startup

Compartir

A la hora de valorar el riesgo crediticio que va asociado a la emisión de deuda negociada en los mercados de capitales, pueden utilizarse diferentes sistemas, que incluyen, entre otras valoraciones, la calificación cuantitativa. 

Entendemos por riesgo crediticio la posibilidad de pérdida económica por incumplimiento de las obligaciones de un proyecto. Normalmente, el riesgo crediticio se asocia a instituciones financieras, entidades financieras y bancos. En este caso, nos centraremos en su medición dentro de la línea de financiación ENISA. 

Debes saber que la finalidad del riesgo crediticio es conocer la salud económica y financiera del emisor, de manera que pueda hacer frente a las obligaciones a contraer. ¿Cuáles son, entonces, estos sistemas dentro de estas operaciones financieras? Te los contamos a continuación. 

 

Riesgo crediticio y calificación cuantitativa

 

Antes de conceder algún tipo de financiación, es necesario hacer una valoración crediticia de una empresa. De esta manera, se obtiene una visión amplia y externa de la situación del emisor de deuda. Además, en dicha valoración se deben tener en cuenta aquellos riesgos en los que se podría incurrir en el caso de producirse un impago.

Métodos de medición de riesgo crediticio 

 

Dentro del mundo de las empresas y startups, existen dos métodos de medición para medir la potencialidad de cumplir con sus obligaciones.

  • La primera de ellas, llamada scoring, se centra en la calificación cuantitativa. En esta, lo que se tiene en consideración son los datos históricos del emisor, así como la información actual. Es de vital importancia, ya que a través de dichos datos, podemos valorar con objetividad la actividad pasada y la situación en el hoy.

  • El segundo método existente o rating también utiliza la calificación cuantitativa, pero además, incluye la cualitativa. De este modo, se obtiene un espectro de datos mucho más amplio. La referencia deja de ser únicamente datos históricos y actuales, para pasar a incluir también una previsión futura. Así, se crea un valor añadido frente a la mera calificación cuantitativa.

El inconveniente que se encuentra Enisa, es que estos sistemas no son aplicables a aquellas empresas sin históricos, ya que no es posible hacer una medición cuantitativa. En este tipo de empresas, la calificación cualitativa representa el 100% de la valoración total, mientras que para las empresas con históricos es únicamente un 10%.

En qué se basan estos indicadores

Tanto el sistema de scoring como el rating utilizan, como hemos indicado, se basan en la calificación cuantitativa. A través de estos cálculos, Enisa puede conocer tanto la liquidez como la solvencia del emisor de deuda, pero también otros aspectos como el incremento en las ventas, el margen EBITDA, el ROA, la rotación de activos o los plazos medios de pago y cobro, entre otros. En otras palabras, realizan un estudio tanto económico como financiero de la empresa en cuestión.

¿Sabes calcular e interpretar el EBITA de tu empresa? Aquí te dejamos una guía.

Como lo que se persigue es obtener una financiación, esta debe resultar atractiva para Enisa, de lo contrario no correrán el riesgo de invertir si no tienen certeza de que podrán recuperar su patrimonio y los correspondientes intereses.

Con la calificación cuantitativa es posible hacer una valoración completa. Y en base a las puntuaciones obtenidas en cada uno de los ratios que se estudian, se otorgará una calificación global. Esta será la que determine la viabilidad. Como complemento, puede valorarse también el plan de negocio, que en las empresas con históricos equivale a los próximos dos ejercicios con proyección futura.

En Lean Finance somos expertos en el asesoramiento financiero y realizamos valoraciones de empresas, si existen pérdidas esperadas… Así como planes financieros y de viabilidad para inversores. Contacta con nosotros para más información.

 

Suscríbete a nuestra newsletter

También te puede interesar