Hay varios tipos de costes involucrados en el desarrollo financiero de todas las empresas. Conviene conocerlos todos para poder hacer una estimación que nos permita marcarnos objetivos a corto, medio y largo plazo, y planificar acciones para alcanzarlos.
¿Qué es el coste? Se trata del gasto económico que acarrea la producción de un determinado bien o servicio. Se incluyen gastos como el pago de la mano de obra, la compra de insumos, los gastos administrativos y de producción, entre otros.
Muy en relación a este concepto tenemos el grado de atractivo del mercado, un factor fundamental para conseguir un Enisa.
Tipos de costes
El concepto de coste puede clasificarse además según varios criterios. Por ejemplo, su variación.
Costes según su variación
- Costes fijos. Se incluyen los gastos del negocio cuyo valor no cambia, no es ni mayor ni menor según lo producido. La estimación de los costes fijos solo se puede hacer a corto plazo, ya que a futuro pueden variar. Alguno ejemplo de este tipo de pagos serían los alquileres, los impuestos.
- Costes variables. En este caso, el coste fluctúa en función de la producción obtenida. A mayor producción, mayores costes.
- Costes semi-variables. Aquí los costes pueden cambiar en relación a lo producido, pero son cambios progresivos.
Costes en en función de los productos y factores de producción
- Costes indirectos. Estos costes influyen en forma total sobre la producción. Es decir, que no está definido por un producto determinado producto, sino que los costes tienen que repartirse de manera equitativa. Aquí se incluirían el incremento del salario de los empleados o el aumento del material para la limpieza, por ejemplo.
- Costes directos. Al contrario que en los anteriores, este tipo de costes se pueden asignar individualmente a cada bien o servicio. Por ejemplo, el aumento de tinta para la impresora repercute directamente sobre la producción de revistas.
Estimación de costes y previsión de ingresos
Para llevar un cálculo de los costes de una empresa necesitamos conocer los datos de todos los tipos mencionados. El resultado será aproximado a causa de la variabilidad de algunos gastos por lo que esta estimación se debe llevar a cabo de forma periódica.
En lo que respecta a la previsión de ingresos, debemos sabes cuánto vamos a ingresar tenemos que saber cuánto vamos a vender. Es imposible saberlo con exactitud, pero podemos valorar algunos aspectos que nos pueden ayudar a aproximarnos.
- Mercado potencial. Hay que conocer lo mejor posible a nuestros clientes potenciales, saber cuáles son sus hábitos de consumo, y que sector de la población puede estar interesada en lo que ofrecemos.
- Competencia. Analizar a la competencia de la forma más exhaustiva posible es fundamental para poder saber qué cuota de mercado podemos conseguir, y estimar ingresos.
- Precio. Con los datos anteriores podremos fijar un precio coherente, que se ajuste a las circunstancias del mercado, al nivel de vida y las posibilidades de nuestros clientes potenciales.
Si después de leer este artículo sigues teniendo dudas, nuestro equipo de expertos en finanzas y contabilidad te ayudarán en todas tus cuestiones gracias a nuestra experiencia como asesoría para empresas y startups.