Tengo un EBITDA negativo, ¿algún fondo de inversión se fijará en mí?

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El estado financiero de un negocio es uno de los elementos básicos en términos de viabilidad corporativa.

Por eso, no es de extrañar que existan todo tipo de indicativos que hablan de su solvencia.

Tener claro lo que es el EBITDA de una empresa es fundamental. Más todavía si te encuentras en las primeras fases del emprendimiento.

Presta atención porque, a pesar de tener un EBITDA negativo, no todo está perdido.

¿Qué significa tener un EBITDA negativo?

El EBITDA es un indicador financiero que sirve para mostrar las ganancias de las empresas sin restar los intereses pendientes.

De este modo, se contemplan de forma transparente los beneficios monetarios asociados solo a tu actividad económica.

El EBITDA negativo surge cuando los ingresos no superan las pérdidas. Así de simple.

Esto indica que el proyecto no es viable en determinado momento. Lo cual no tiene por qué significar que no pueda serlo de cara al futuro.

Sin embargo, no tener un EBITDA positivo conlleva ciertas consecuencias que debes tener presentes. Estas son las más destacadas:

  • Insostenibilidad empresarial a largo plazo. Mantener un EBITDA negativo es insostenible en el largo plazo. Si no corriges esta situación, te verás obligado a bajar la persiana de tu negocio para siempre.
  • Problemas para encontrar financiación. Buscar financiación es uno de los grandes retos corporativos. Si no tienes el aval de un EBITDA positivo, los inversores no se sentirán atraídos hacia tu empresa. ¿Imposible? No. ¿Improbable? Sin duda.
  • Sacrificio financiero de gran nivel. Si tu emprendimiento no da sus frutos, entonces es evidente que alguien está perdiendo dinero. No importa si eres tú o un socio inversor. Aguantar puede ser realmente duro; por lo que toca buscar soluciones cuanto antes.

¿En qué se fijan los fondos de inversión?

Los fondos de inversión son recursos financieros en los que participa un grupo de personas, aportando cada uno de ellos cierto capital para el negocio.

Pero, ¿es viable acceder a ellos con un EBITDA ajustado o negativo?

Normalmente, los fondos de inversión se fijan en que las startups en cuestión tengan un EBITDA positivo, es decir, que sean rentables. Por ejemplo, Isaac Gómez de Istria Capital nos contó que se fijan en empresas que tengan un EBITDA como mínimo de 1.500.000€.

Sin embargo, hay otros fondos, como Inveready que afirma que el equipo de emprendedores tiene mucho que ver en sus decisiones. Es más, reconocen que: “con las mismas métricas e histórico, hay inversiones que, si el fundador no fuera el que es, no las hubiéramos hecho”.

Luego, también hay fondos especialmente diseñados para startup en fase semilla, donde es frecuente tener un EBITDA negativo. En estos casos, lo ideal es analizar caso por caso con el fondo en cuestión.

En consecuencia, es posible disfrutar de los fondos de inversión aún sin beneficios empresariales. No obstante, para lograrlo es fundamental convencer a las grandes mentes del mundo de los negocios.

Y no, los datos no están a tu favor.

¿Qué posibilidades tiene mi startup?

Es muy probable que esta duda te esté rondando ahora mismo la mente si tienes un EBITDA negativo.

Lo primero que te recomendamos es que mantengas la calma. Paciencia: quien algo quiere, algo le cuesta.

Grandes empresas internacionales han sufrido esta situación durante años. Un ejemplo de ello es nada más y nada menos que Netflix.

Ahora bien, es importante que esta situación cambie lo antes posible. Y en Lean Finance tenemos unas cuantas ideas de cómo hacerlo.

¡Te las contamos!

Tomar medidas para conseguir un EBITDA positivo

Si el EBITDA es negativo, tocará pasarlo a positivo. ¡Qué fácil puede sonar esto!

Ahora bien, desde Lean Finance te traemos tres formas diferentes de orientar este reto. Tú eliges con cuál te quedas:

  • Incremento de las ventas. En este punto, el primer paso es buscar mercados estratégicos y optimizar la competitividad del producto que se vende. Asimismo, es importante definir a los clientes, la red comercial y una propuesta de valor. En definitiva, ingeniártelas para mejorar tu margen de ganancias.
  • Reduce los costes de producción. Si te cuesta mucho dinero producir tus productos, deberás hacer muchas más ventas. Las matemáticas no engañan. Bien, pues trata de reducir estos costes para así mejorar el estado de tu EBITDA.
  • Minimiza los gastos de explotación. Además de la producción, te tocará asumir otros tantos costes rutinariamente. Empleados, impuestos, materias primas… Intenta reducir al mínimo exponente todos estos gastos.

Si llevas a cabo estas acciones, es probable que la suerte empiece a estar de tu lado.

Sin embargo, no pienses que esto ocurre de la noche a la mañana. Tómate las cosas con calma porque convertir un EBITDA negativo en uno positivo no es sencillo.

Eso sí: cada pequeño paso, dado en la dirección correcta, cuenta.

Contar con la ayuda de un CFO externo

Tratar de asumir todo lo relativo a la gestión financiera de un negocio por cuenta propia es un error que te recomendamos que evites cometer.

Más todavía si se trata de algo tan importante como la rentabilidad corporativa.

Una de las mejores soluciones que puedes aplicar para tu EBITDA negativo es delegar en un CFO externo. Y aquí es donde entra Lean Finance.

Como expertos en dirección de finanzas, nos integramos en tu equipo para tomar las riendas económicas del negocio. No descansaremos hasta corregir tu situación.

¿Cómo lo hacemos? Con una metodología de trabajo preestablecida:

  • Diagnóstico inicial. El primer paso es el de analizar tu empresa, eliminando todo cuanto está entorpeciendo tu camino hacia el éxito.
  • Diseño de herramientas de control. Con nuestros dashboards analíticos y visuales todo pasará por un filtro de transparencia. De este modo, mantenemos bajo control el estado de tu EBITDA negativo para tomar decisiones coherentes.
  • Creación de un presupuesto. La contabilidad es algo que nunca perdemos de vista. Por eso, creamos un presupuesto con proyecciones de gastos e ingresos. ¿El objetivo? Hacer que tu EBITDA pase a ser positivo lo antes posible.

Como puedes observar, en nuestro equipo estamos comprometidos para que disfrutes de la máxima tranquilidad como empresario.

No queremos que tu startup haga aguas antes de despegar por completo. Así que, si quieres dar un paso en firme hacia tu futuro, conviértenos en tu CFO.

Si quieres saber más al respecto, hablemos. Estaremos encantados de empezar a trabajar a tu lado para eliminar ese EBITDA negativo.

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